Qué más puede pedir un niño que un chapuzón con su padre. Me encanta sus caras de absoluto disfrute. Ojalá siempre mantegan esa relación tan especial.
lunes, 22 de marzo de 2010
miércoles, 17 de marzo de 2010
Valmayor
Recuerdo esta tarde con magia. Fuimos al pantano para que mi hijo pudiera sacar fotos para un concurso en su colegio. A mi me emocionó el sol poniente a contraluz, iluminando al solitario navegante y me sobrecogió la tranquilidad de esa agua plateada. Ojalá no se desvanezca la paz. Por cierto, el chico ganó.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)