Una combinación sorprendente de basalto negro y arenisca levantaron esta basílica en medio del campo sardo. Preside sobre suaves colinas amarillentas por el sol a pesar del esfuerzo de los brezos y olivares de aportar algo de verde al paisaje. Como una cebra cúbica aparece de repente al final de una curva: heroica, impresionante, solitaria, magnífica
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Cuéntame!